La felicidad es más que un sentimiento: es un estilo de vida o una mentalidad
Puedes creer que la felicidad es una emoción algo precaria que va y viene, dependiendo de las circunstancias. En cierto modo, la descripción encaja. La alegría es transitoria, y los eventos pueden cambiar tu estado de ánimo de positivo a negativo, o viceversa, en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, la idea de que la felicidad es solo un sentimiento no te favorece. La verdad es que es una forma de vida.
La felicidad no es solo una emoción
Sin darte cuenta, podrías confundir la alegría con la felicidad. Después de todo, parecen similares y la gente los usa indistintamente. No obstante, la alegría es el subidón fugaz que experimentan las personas cuando están eufóricas. Por otro lado, la felicidad es un estilo de vida, o podrías describirlo como un estado mental. Pero no es sólo un sentimiento. En cambio, es una forma de vida estable y sólida y una mentalidad que puede adquirir.
Si crees que la felicidad es solo un sentimiento, debes confiar en las circunstancias y los eventos para traerla a tu manera. Sin embargo, cuando reconozca que es más tangible, puede tomar medidas para asegurarlo.
Puedes elegir vivir de una manera que cree felicidad
Si la felicidad fuera solo una emoción, tendrías poco control sobre ella. Pero cuando ves que puede provenir de un conjunto de acciones y con la actitud correcta, tienes el poder de hacerte cargo de ello y crearlo.
Vivir de maneras específicas puede hacerte feliz o infeliz, y puedes seleccionar acciones y rutinas que produzcan felicidad. Por supuesto, entran en juego otros factores, como las hormonas y los eventos que no puedes controlar. Pero tienes una buena oportunidad de hacerte feliz si evitas comportamientos que restan valor a la felicidad y empleas aquellos que hacen lo contrario.
Por ejemplo, beber demasiado alcohol, llevar una dieta deficiente y evitar el ejercicio puede disminuir su felicidad. Además, tener una falta de límites personales, aguantar relaciones poco saludables y entretenerse con preocupaciones también puede hacerte infeliz.
Haz las cosas opuestas y tu nivel de felicidad aumentará junto con un estado mental positivo que aumentará tu bienestar.
Cómo aumentar la felicidad
Una forma de aumentar la felicidad es vigilar lo que haces que disminuye o aumenta tu bienestar. Por ejemplo, podría llevar un diario de bienestar y anotar eventos o pensamientos que lo entristezcan, enojen o aburran.
Además, por supuesto, tenga en cuenta las cosas que aumentan la satisfacción y lo hacen sentir optimista sobre la vida. Luego, repite lo que te funciona y deja de hacer cosas que reducen tu felicidad.
Al mismo tiempo, su felicidad aumentará si se asegura de adoptar métodos útiles de cuidado personal. Sin duda, sabes que algunas actividades son saludables y pueden mejorar tu estilo de vida. Sin embargo, tal vez parezcan difíciles de hacer, así que los evitas.
Para aumentar la felicidad, considere lo que se interpone en el camino de participar en acciones que aumentan la felicidad. ¿Evitas el ejercicio porque te falta motivación, por ejemplo? La respuesta podría ser encontrar un amigo con quien hacer ejercicio y aumentar su entusiasmo para ponerse en movimiento.
Otra forma de aumentar tu felicidad es desarrollar rutinas que aumenten la positividad. Por ejemplo, asegúrate de levantarte temprano, meditar y prepararte para el día. Y por la noche, relájese gradualmente y disfrute de actividades relajantes antes de acostarse mucho antes de la medianoche, para que duerma lo suficiente.
Es inútil creer que la felicidad es una emoción pasajera y está fuera de tu control. Las personas felices te dirán que su felicidad se deriva de lo que hacen y piensan más que de eventos incontrolables. Puede aumentar su nivel de felicidad si toma el control de sus rutinas y mentalidad, preparándolos para una satisfacción constante.